La Hospitalidad Murciana de Nuestra Señora de Lourdes celebró el pasado 27 de enero su cena de gala en la que se entregaron los reconocimientos de Hospitalarios del Año 2018. Un agradecimiento a los hospitalarios que día a día hacen vida el lema de esta Hospitalidad: amar, dar, servir y olvidarse.

El presidente diocesano de la Hospitalidad, Joaquín Martínez, manifestó que esta cena era un momento especial para disfrutar y dar gracias por la historia de la Hospitalidad: “50 años es una cifra redonda, un momento de parar para darnos cuenta de cuánto nos ha regalado el Señor a través de su Madre bendita de Lourdes en cada peregrinación y en cada momento de Hospitalidad a lo largo de todo el año; en cada convivencia; en cada rato de servicio, de unión, de amistad, de familia…”.

Con motivo de la celebración en 2018 de un Año Jubilar Hospitalario, la Junta Directiva decidió que fueran cuatro, en lugar de dos, los hospitalarios homenajeados este año. La primera en recoger el galardón fue Josefa Abellán Olivares, de la delegación de Jumilla, una mujerbuena, responsable, comprometida y con las ideas muy claras en esto de la fe y el servicio”, que inició su andadura hospitalaria a inicios del 2000.

Por su constancia, alegría, dedicación y servicio, “lleno de amor a toda la familia de la Hospitalidad”, la Junta Directiva, en nombre de toda la Hospitalidad Diocesana, decidió conceder el título de Hospitalaria del Año a Pepita Cazorla Romero, delegada de Alhama de Murcia.

“Siempre dispuesto a escuchar, al servicio que se le encomiende, con alegría, con una sonrisa, con una palabra de aliento…”, palabras que describen a Francisco Pagán Jiménez, a Paco Pagán, sacerdote y hospitalario de Cartagena que recibía de manos del Obispo, Mons. Lorca Planes, el título de Hospitalario del Año.

El reconocimiento al más joven de los Hospitalarios del Año, Pablo Cano Molina, delegado de Blanca, emocionó a todos los presentes, unas 542 personas. “Podemos decir que la vida de Pablo ha sido un continuo milagro a través de todos estos años… Pablo ha sido y es hospitalario en el servicio y en la enfermedad, ni una mala cara, ni un mal gesto, la enfermedad ha sido acogida con aceptación y fe, mucha fe”.

La presidenta del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de la Región de Murcia, Isabel Montoya Martínez, recogió, en nombre de la institución a la que representa, el título de Hospitalario de Honor. “El Colegio de Médicos es un estrecho colaborador, un hermano, un amigo, que está cuando se le necesita, que nos respalda y alienta en nuestra labor, de algún modo compartida y que ha demostrado a lo largo de todos estos años que respeta y pone en valor la labor que la Hospitalidad de Lourdes desarrolla en Murcia”.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás Olivares, entregó las distinciones a los enfermos Francisco Rocamora Rocamora, de Abanilla, y María Antonia Rodríguez Ruíz, de Lorca.

La sorpresa de la noche llegaba con la Mención Especial de Agradecimiento al Coro de la Peregrinación Diocesana a Lourdes, merecido reconocimiento para aquellos hospitalarios que realizan unservicio extra. Es el añadido que nace del corazón cuando sus integrantes terminan con las salas, el comedor, las piscinas, las guardias o el transporte…”.

Al finalizar el acto, el presidente de la Hospitalidad entregó una medalla conmemorativa del Año Jubilar Hospitalario al Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes; a la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás Olivares; a Jesús Cano, diputado del Grupo Parlamentario del Partido Popular e impulsor de la propuesta de la Medalla de Oro de la Región para la Hospitalidad; a la concejal de Tráfico, Seguridad y Protección Ciudadana del Ayuntamiento de Murcia, Lola Sánchez Alarcón; y al secretario personal del Obispo, Maximiliano Caballero.

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