Ha pasado un año desde que fue suspendida la Peregrinación con motivo de las inundaciones acaecidas en Lourdes. Un año lleno de ilusión, de esperanza, de trabajo, mucho trabajo, pues no sólo se ha trabajado para que la Peregrinación que estamos viviendo sea una realidad, sino que se ha tenido que solapar con la devolución de 1400 billetes, en su totalidad, bien a los que decidísteis dejarlo a cuenta para este año, bien a los que solicitásteis la devolución, en ambos casos, devolviendo el 100% del importe de los mismos.

Os aseguro que ha sido un trabajo minucioso, organizado y casi agotador, pero creo que todos coincidimos en que ha sido un buen trabajo y nos sentimos orgullosos de ello.

Pasemos página al año pasado y en Junio de 2014 nos encontramos con una Peregrinación preciosa a punto de abrirse, un libro al borde de voltear la primera página, y todo dentro por escribir, sabiendo todos el final. Un maravilloso final de amor, de entrega, de servicio, de paz, de fraternidad, de Evangelio vivido y saboreado. Así son las cosas del Señor, no se saben como se van a desarrollar, pero siempre sabemos el final, salimos ganando, jugando donde juguemos, y sea quien sea nuestro rival, si el Señor está con nosotros, salimos ganando.

Os animo a todos a que disfruteis al máximo esta Peregrinación, como un regalo, como un encuentro con María. Prepárate para ese encuentro, al máximo. No es algo ficticio, es real, muy real, y debes prepararte, de lo contrario, no tiene sentido nada.

Si estas leyendo estas humildes palabras durante los días que dura la Peregrinación y no has podido venirte a Lourdes, seguro que estás peregrinando con el corazón y nos estas siguiendo en cada momento por Internet. Ten seguridad que estás presente en cada uno de los actos de la Peregrinación, en cada momento, pues te echamos de menos, te echamos mucho de menos y rezamos por ti y tus intenciones, sentados en el pollete del río, frente a la Gruta, oliendo a hierba y viendo pasar manso y caudaloso el Gave, todas las noches en el rezo del Rosario, se pedirá por tus intenciones.

Pongámonos en manos de María y pidamos al Señor que nos cambie el corazón, para poder vivir una Peregrinación, donde al volver seamos distintos y se cumpla plenamente en nosotros el precioso lema de este año

“Lourdes, la alegría de la conversión” 

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