Coincidiendo con la fecha en la que Santa Bernadette profesó en el convento de Nevers, la Hospitalidad Murciana de Nuestra Señora de Lourdes celebró ayer la entronización de una reliquia de cabellos de la santa a la que la Virgen se le apareció hasta en dieciocho ocasiones en la gruta de Massabielle, en Lourdes.
La capilla de la sede de la Hospitalidad diocesana se quedó pequeña para albergar a cuantos quisieron participar de esta celebración, unas 200 personas. El consiliario de la Hospitalidad, Luis Emilio Pascual, invitó a todos los presentes a dejarse hacer como Bernardita: “Fue un ejemplo de amor, servicio y humildad”.
El presidente diocesano de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, Joaquín Martínez, asegura que fue un acto “entrañable, nos ha desbordado en todo, alegría, ilusión y esperanza. Un trocito de ella estará con nosotros para siempre. Es motivo de gran alegría y una bendición para la Hospitalidad poder rezar ante Bernadette y que nos sirva de intercesora ante la Señora”.
Hace unos meses, desde la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Murcia se pidió a las Hermanas de la Caridad de San Gildard de Nevers (Francia) una reliquia de Santa Bernadette para venerar en la Hospitalidad diocesana. Bernadette Soubirous profesó en este convento, a unos 700 kilómetros de Lourdes, el 30 de octubre de 1867. Allí pasaría el resto de su vida, hasta el 16 de abril de 1879, día de su muerte, a los 35 años. Su cuerpo fue enterrado en el convento. Durante su proceso de canonización se desenterró el cuerpo y se encontró incorrupto y así se mantiene hasta el día de hoy.
