Uno de los Hospitalarios más ilustres ya disfruta de la presencia del Padre: D. Javier Azagra Labiano, Obispo Emérito de la Diócesis de Cartagena, ha fallecido el día 16 de Noviembre de 2014.
Nacido en Pamplona, el 24 de Enero de 1923 desarrolló su carrera eclesiástica en su tierra natal hasta que, tras un paso breve por tierras andaluzas de Málaga, fue nombrado Obispo Auxiliar de Cartagena en el año 1970.
En 1978 fue nombrado Obispo titular de nuestra Diócesis, en la que estuvo al frente de la misma, durante 20 años, hasta que por motivos de edad, el Papa aceptó su renuncia y fue sucedido por D. Manuel Ureña Pastor, quedando como Obispo Emérito de la Diócesis hasta este año 2014.
Ha desarrollado, por tanto, la mayor parte de su carrera en nuestra tierra, durante 44 años que han valido, sobradamente, para ganarse el cariño de todos los murcianos, que cariñosamente se refieren a él como D. Javier, no es necesario mayor presentación.
Su relación con la Hospitalidad Diocesana se remonta al comienzo de la misma. Siempre comprometido con la institución, suya es la aprobación de Estatutos. Siempre rodeado de Hospitalarios, convivía con todo el mundo en los vagones del Tren de la Esperanza, y ya en Lourdes no había momento en el que no tuviera una palabra amable para quien se acercaba a saludarle. “Los enfermos eran su debilidad” dice D. Luis Emilio Pascual, Consiliario de la Hospitalidad, “Los conocía, les preguntaba y bromeaba con ellos. “Olía a enfermo”, como “olía a oveja” con cada uno de los diocesanos”.
D. Joaquín Martínez, Presidente de la Hospitalidad, muestra también su pésame: “Para la Hospitalidad hoy es un día de luto y oración pues ha fallecido un Hospitalario ejemplar, un Obispo que ha querido hasta el final de sus días a este Movimiento de nuestra Iglesia. Sin embargo, estamos contentos de saber que Nuestra Señora lo ha acogido y tenemos en el Cielo a un hombre que pedirá siempre por nuestra Hospitalidad y nuestros enfermos. Ejemplo de servicio y amor a cada enfermos, a cada hospitalario. Javier, pastor, hospitalario, hermano y amigo, espéranos en las puertas del Cielo”.
Nombrado por la Hospitalidad de Murcia en 2006 Hospitalario de Honor, fue “periodista” constante en la añorada publicación “El Peregrino”, que se publicaba durante la Peregrinación: “Seguir la voz de María a esta renovación constante con motivo de las peregrinaciones al Santuario de Lourdes, es una tarea personal que hay que realizar desde lo más hondo de nuestro ser. Así, en esta constante purificación persona, y ayudados por el Sacramento de la Penitencia, estamos cooperando a la santificación de la Iglesia, que peregrina también hacia el Padre”. Palabras que hoy todavía siguen siendo actuales.
Siempre con un aliento de ánimo allá cuando un joven pasaba por el Hospital de Lourdes, que le arrancaba una sonrisa, fue en 2012 su última Peregrinación Diocesana, a la que no solía faltar ni como Obispo Titular ni posteriormente como emérito. En 2013 lamentó la suspensión de la Peregrinación y en 2014, su estado de salud desaconsejó su Peregrinación, pero seguro que rezó por todos nosotros desde Murcia.
Gracias D. Javier por su entrega a los demás y por querer tanto a la Hospitalidad y a los preferidos de María, los enfermos. En la próxima Peregrinación, oiremos en la Gruta el eco al comenzar la Homilía: “Acabamos de oír Palabra de Dios, Palabra de Dios, Palabra del Señor” y sonreiremos de saberte en el Cielo.
¡Gloria al Señor!
PD: D. Javier ha sido velado en la Capilla de Santiago, Capilla de Adoración Perpetua, en el Palacio Episcopal, donde originalmente se encontraba la Sede de la Hospitalidad Diocesana.