Se ha hecho realidad y de qué manera. Tras la triste suspensión de nuestra Peregrinación anual a Lourdes, este domingo 23 de Junio de 2013 hemos podido vivir intensísimamente la que es ya una jornada histórica de nuestra Hospitalidad. Desde todas las delegaciones han ido llegando decenas de autobuses cargados de anhelos y sonrisas, de oraciones y vivencias.
Desde primera hora de la tarde la Plaza del Cardenal Belluga de Murcia se ha llenado de siluetas blancas de enfermeras, de camilleros empujando sillas de ruedas y de sonrisas en las caras de los enfermos. La Catedral de la Diócesis de Cartagena en Murcia se ha quedado pequeña para albergar a las más de mil personas que han vivido llenos de recogimiento, emoción, devoción y con un silencio sepulcral la celebración de la Eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis, Monseñor Lorca Planes, y concelebrada por una veintena de sacerdotes.
La Solemne Eucaristía ha comenzado con el ofrecimiento al Señor y a la Virgen de nuestra Hospitalidad por parte de nuestro presidente, Joaquín Martínez, que visiblemente emocionado ha puesto a toda la familia hospitalaria a los pies de Jesús y de María. Los cantos han corrido a cargo del coro de la Hospitalidad Joven y del propio organista de la Catedral. En el transcurso de la celebración se ha administrado el sacramento de la Unción de los Enfermos, momento lleno de recogimiento que nos ha hecho trasladarnos en mente y corazón a Lourdes al escuchar un año más que es el mismo “Cristo de Galilea el que está pasando por aquí”. Antes de terminar la celebración, la consejera de la Hospitalité Mª Eugenia Laso, venida desde León para acompañarnos como una murciana más, ha leído unas emocionadas y entrañables palabras del presidente de la Hospitalité de Notre Dame de Lourdes por medio de las cuales mostraba toda su cercanía y gratitud a nuestra Hospitalidad por la aceptación y la forma de llevar a cabo un momento tan delicado.
Al término de la Eucaristía se ha organizado la Procesión de las Antorchas. Abría cabeza la bandera de la Hospitalidad, seguida por los numerosos estandartes de las diferentes delegaciones, más de cincuenta niños de agua, cincuenta enfermos en sillas de ruedas, numerosísimas enfermeras formadas en ordenadas filas, camilleros, fieles en general y el equipo sanitario abrían paso al trono de la Virgen que iba precedido por cuatro enfermeras con canastos de flores formando una alfombra de pétalos para que sobre ella pasara Nuestra Señora de Lourdes. Tras Ella, los sacerdotes y el Obispo y cerrando el Presidente de la Hospitalidad y con él los consejeros de la Hospitalité, Miguel Orts y Mª Eugenia Laso, que han tenido el entrañable gesto de acompañar a la Hospitalidad de Murcia en este día tan especial.
La procesión ha discurrido por las calles aledañas a la Catedral y ha finalizado en la Plaza del Cardenal Belluga formando un gran pasillo por el que ha pasado la imagen de la Virgen de Lourdes hasta adentrarse entre oraciones, aplausos, cantos y muestras de fervor en el Palacio Episcopal.
La tarde ha finalizado con la tradicional foto de la Peregrinación, acostumbrada en la escalinata de la Basílica del Rosario en Lourdes. Esta vez, la foto se ha hecho ante la fachada catedralicia.
Toda la tarde ha sido una verdadera vivencia de Lourdes en nuestra Región. La presencia de la Virgen entre nosotros se palpaba a cada instante. En esta jornada memorable la Hospitalidad de Murcia se ha unido con verdadera fuerza y ha mostrado que no hay riada que pueda afectar a tanta devoción y a tanto espíritu de servicio. Realmente hoy la Gruta de Massabielle se ha quedado un tanto vacía pues la presencia de Nuestra Madre de Lourdes entre nosotros en este día ha sido palpable. Un día pues de emociones, de vivencias, de oración, de servicio, de Lourdes.
Gracias de todo corazón a todos los que, con vuestra disposición y entusiasmo, habéis hecho posible que hagamos patente que Lourdes es un modo de vida y que allá donde la familia hospitalaria se reúna de corazón y dando lo mejor de sí, allí siempre estará nuestra Madre bendita de Lourdes alentándonos y protegiéndonos.
Seguimos adelante, fortalecidos, unidos, ilusionados, animados y dispuestos a seguir a María en el servicio a los hermanos.